No quiero dar recetas ni remedios. No pretendo ser profeta. Lo que se pretende es solo contar algunas experiencias
A muchos he oído decir que el circo no es más que una entretención, que no es más que un “hobbie” para quienes lo practicamos. Bueno, yo vengo a contarles que están equivocados, que la teoría y la práctica (me) han demostrado que el circo es una excelente herramienta a la hora de educar, intervenir socialmente.
Qué mejor forma de transmitir el valor del trabajo en equipo que la formación de una pirámide humana; qué mejor forma de enseñar la importancia del compañerismo y la solidaridad que sostener a un compañero en el trapecio, o qué mejor forma de que los niños conozcan su cuerpo y lo cuiden que evitando las lesiones para hacer una pirueta. Éstas son las cosas que el circo social hace en todos lados, también en Santiago, y que mostraremos, de una u otra forma, acá.
Acá les dejo una pequeña grabación de un taller de circo social en Argentina, en Capital Federal, Buenos Aires, con los chicos de Circo Criollo.