El nombre de este proyecto, Machincuepa, en Nahualt significa "la mano hace la pirueta".
Seguridad, gozo, perseverancia, actitud vinculada a la disciplina, y cooperación son los cinco ejes fundamentales con los que trabaja Machincuepa Circo Social. Son también los principios de la gente del circo, en el que cada miembro tiene una tarea que cumplir, donde no hay protagonistas porque son una familia y donde los círculos que conforman el escenario y la carpa permiten a todos los participantes, artistas y público, observarse libremente, sin trampas ni artificios.
Con esta filosofía, Machincuepa desarrolla desde hace ocho años diferentes talleres de aprendizaje de circo dirigidos a adolescentes y jóvenes de zonas deprimidas del Distrito Federal. Con ello pretende modificar las relaciones y reglas cotidianas vinculadas a la violencia, exclusión y marginación que caracterizan a las colonias más pobres, fruto de la desigualdad.
El aprendizaje se produce a través de talleres enfocados a distintos objetivos.
El taller mixto abierto a la comunidad trabaja con niños de 9 a 18 años para modificar las relaciones cotidianas de la comunidad, que en gran medida están centradas en la violencia y exclusión. "Les enseñamos que hay otras formas de relación que no les vamos a pegar ni a dirigir, que es a lo que están acostumbrados". Los niños y niñas organizan un espectáculo frente a la comunidad y ésta comienza a percibirlos de forma diferente. Por esta modalidad atienden de 300 a 500 personas.
Hay un segundo taller dirigido exclusivamente a mujeres, niñas y jóvenes a las que se les muestra cómo desarrollar su capacidad de liderazgo y proposición, con el fin de reducir su exposición a la violencia y también se trabaja la educación sexual y salud reproductiva.
El tercer taller que desarrolla Machincuepa en Águilas Tarango es de prevención de la deserción escolar. En colaboración con la escuela secundaria pública 222 se realizan talleres de Circo Social dentro del plantel, como parte de un programa académico de prevención de la deserción escolar. Además se imparten talleres de "estimulación del humor" a los profesores. "Buscamos a los profesores para dar sesiones de circo para que modifiquen su actitud rígida y unidireccional de las clases e incluyan la nota de humor para dar mayor cordialidad a sus clases", explica Hernández. Al principio fueron recibidos con escepticismo, pero transcurridos unos años no pueden satisfacer todas las demandas.
Además de los talleres, hay un cuarto programa de servicios institucionales para capacitar a agentes sociales en técnicas de circo social porque a mediano plazo Machincuepa busca concentrarse en la formación de formadores y ser una referencia en la materia. "No buscamos formar a artistas circenses, somos un programa social que utiliza las herramientas artísticas para intervenir con los jóvenes", señala Juan Antonio Hernández, que es psicólogo. De hecho sólo uno de cada 100 chicos que participa en los talleres manifiesta que desea hacer circo y entonces se les canaliza a otro tipo de instituciones para que puedan continuar la preparación.
Después de años de trabajo, Machincuepa se ha convertido en una referencia para la comunidad de Águilas Tarango, donde hay poco espacio para el ocio y donde conviven en poco espacio muchas personas con pocas posibilidades de salir fuera del barrio porque ni el transporte llega de forma regular. Hay más demanda de participación en los talleres que oferta y han consolidado un grupo de voluntarios y jóvenes instructores que se formaron en los inicios del proyecto. De hecho ha surgido un grupo de chicos de entre 15 y 18 años que han presentado espectáculos dentro y fuera de la comunidad, incluso en el Centro Nacional de las Artes, en la UNAM... "Son un orgullo para el barrio y ha surgido un orgullo de pertenencia a Machincuepa", afirma Juan Antonio Hernández. "
Este caso que nos presenta BELÉN M. VÁZQUEZ, El Universal, Domingo 02 de julio de 2006, es uno de los tantos ejemplos que podemos encontrar de intervenciones desde el circo en los lugares donde existe la marginación. En la próxima entrada les mostraré un ejemplo similar que sucedió acá en Chile y en el que me vi directamente involucrado.
Hasta la próxima....
Chau!